
- Agosto 28, 2020
- por Arturo Gomez
Los "dos terribles" no son inevitables: con una crianza comprometida, los bebés felices pueden convertirse en niños felices.
Los padres no deben sentirse presionados para hacer que sus hijos pequeños emprendan un aprendizaje estructurado o logren tareas específicas, particularmente durante el encierro. Un nuevo estudio de niños menores de dos años descubrió que los padres que adoptan un enfoque más flexible para el aprendizaje de sus hijos pueden, para los niños que eran bebés fáciles, minimizar los problemas de conducta durante la infancia.
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